¿Son innatas o adquiridas las cualidades, el comportamiento y las ideas que definen al ser humano? ¿Cuál es el efecto de los primeros años de formación en las personas? ¿Qué se puede esperar de su carencia?
Niños Salvajes Psicología
Los estudios realizados sobre niños criados de forma aislada podrían proporcionar evidencia sobre el impacto de la naturaleza (características innatas de la persona) y la “crianza” (educación familiar, escolar y otros factores de influencia social). Estos casos son conocidos con el nombre de “niños salvajes”, término que hace referencia a niños cuyos primeros años de vida han estado en aislamiento, sin compañía humana. Se habla a continuación sobre el niño salvaje de Aveyron y el caso de Genie, aunque existen otros muchos registrados.
Víctor, “el niño salvaje de Aveyron”
Fue en 1800 cuando un niño desnudo, con la cara y las manos llenas de cicatrices, apareció en las afueras de Saint-Sernin en la escasamente poblada provincia de Aveyron en Francia.
El chico aparentaba tener 12 años, había sido visto varias veces durante los dos años y medio anteriores trepando los árboles, corriendo con manos y pies, bebiendo en los arroyos y buscando alimento en un entorno plenamente salvaje. Había sido capturado dos veces, pero había escapado. Fue entonces, en 1799-1800, cuando comenzó a aparecer en las granjas en busca de alimento.
Víctor llegó a Saint-Sernin, no hablaba ni respondía a ninguna pregunta, pero reaccionaba de inmediato ante el sonido de las ramas o ante el ladrido de los perros. Como un animal acostumbrado a vivir en la selva, el chico parecía insensible al frío y al calor extremos, y rasgaba la ropa que la gente trataba de ponerle. Parecía evidente que había perdido a sus padres desde muy pequeño o lo habían abandonado, pero de esto hacía tanto tiempo que era imposible saberlo.
Durante un tiempo, el niño apareció como un fenómeno intelectual y social, cuando una nueva perspectiva científica estaba comenzando a reemplazar la especulación mística.
Genie, la niña salvaje
Genie nació en 1957 en un entorno familiar muy tóxico y desestructurado. Su padre se negaba rotundamente a tener hijos hasta tal punto de aislar al primero de ellos, muriendo este de neumonía, y no cuidar al segundo, muriendo a los dos días por tragar sus propias mucosidades. El tercer bebé del matrimonio pasó a criarse con su abuela por presentar problemas para aprender a andar, hablar, etc. Genie llegó en cuarto lugar, con una dislocación congénita de la cadera, necesitando una prótesis para sostener ambas piernas, y con un posible déficit intelectual. Fue abandonada y desatendida desde el primer día, puesto que su padre impedía que la madre de Genie la atendiera.
Antes de los 20 meses fue encerrada en una habitación, completamente vacía y aislada del exterior, donde se encontraba atada en una silla durante el día. El padre fue prohibiendo que Genie tuviera contacto con la madre y con el hermano hasta llegar al aislamiento absoluto. Él era el encargado de proporcionarle la comida, una dieta estricta y ofrecida en muy malas condiciones. Genie vive en esa situación hasta cumplir los 13 años de edad, momento en que su madre y ella consiguen escapar. Fue entonces cuando el padre se suicidó. En ese momento Genie ingresó en un hospital por su malnutrición y poco a poco fue desarrollando algunas de sus capacidades. Posteriormente, estuvo en muchos hogares adoptivos, siendo maltratada en algunos de ellos y, finalmente, pasó a vivir a un centro de acogida para personas mayores en Los Ángeles.
¿Cuáles son las principales carencias de los niños salvajes?
Debido a la falta de adquisición de conocimientos y habilidades que permiten el desarrollo en la vida social en una comunidad, estos niños presentan graves alteraciones tanto en aspectos conductuales como en cognitivos. Algunos de ellos son los siguientes:
- Ausencia o poco desarrollo del lenguaje. Genie no emitía ningún tipo de vocalización ya que era maltratada cuando hacía cualquier ruido y Víctor realizaba sonidos difícilmente inteligibles para una persona.
- Falta de socialización. Debido al aislamiento al que fueron sometidos, desarrollaron actitudes y habilidades con las que eran capaces de subsistir en el entorno en el que habían crecido, pero no aplicables a la vida social-cultural. De hecho, intentaban alejarse de sus semejantes y evitar el contacto humano.
- Problemas en la alimentación. Estos llegaron a provocar anomalías en la conducta alimentaria de ambos casos. Mientras que Genie no sabía masticar y presentaba dificultades para tragar alimentos pues su dieta solamente había estado constituída por líquidos, Víctor se alimentaba de todo lo que se encontraba a su paso (bellotas, raíces, etc.).
- Alteraciones en el desarrollo psicomotor. Genie presentaba debilidad para subir escaleras, andar o incluso para mantenerse de pie. Sin embargo, Víctor había desarrollado la misma conducta que los animales presentes en su entorno, es decir, trepaba árboles, caminaba con pies y manos, etc.
- Enuresis y encopresis. Falta de discriminación para realizar sus necesidades fisiológicas en lugares apropiados.
- Comportamiento agresivo. Genie arañaba el suelo con una silla, tiraba los muebles y lanzaba objetos, golpeaba…
¿Cómo influyeron estos casos en la investigación científica sobre el desarrollo humano?
Ambos casos provocaron una enorme fascinación y popularidad al considerarse un gran hecho científico. Desde este punto de vista, permitieron investigar si una buena educación y tratamiento permitiría compensar una infancia tan terrible y si cabría la posibilidad de que existieran unos períodos críticos para desarrollar una conducta de apego y adquirir el lenguaje.
En este último aspecto, los expertos sí han señalado la existencia de dicho período para el desarrollo del lenguaje humano produciéndose este entre los 3 y 4 años de edad. Es muy importante que durante esta fase el niño esté sometido a la estimulación apropiada para que sus capacidades puedan desarrollarse correctamente. El retraso en el desarrollo del lenguaje tiene implicaciones para el funcionamiento en varios dominios, como la mala auto-regulación, ajuste conductual y más tarde socio-emocional; así como dificultades de aprendizaje. Para su adquisición, no sólo es necesario hablar al bebé sino que han de existir comportamientos como el afecto, la relación del lenguaje con los objetos, las reacciones de los demás al decir una u otra cosa, los sonidos, la capacidad auditiva y motora, etc.
Por otro lado, cabe mencionar que los eventos estresantes durante la primera infancia pueden tener una profunda influencia para toda la vida en los comportamientos emocionales y cognitivos de la persona.
El aislamiento social desde el primer mes de nacimiento, puede ejemplificar este tipo de eventos, alterando los mecanismos de plasticidad neuronal y perturbando el establecimiento inicial de un circuito cortical normal. Además, la evidencia indica que dicho aislamiento dificulta o altera el control de las reacciones emocionales tales como el estrés, por lo que representa una amenaza para la supervivencia de las especies sociales.
Por todo ello, se hace necesario hacer hincapié en la importancia de la vida social en nuestro desarrollo cerebral, siendo fundamental la interacción temprana entre los padres y el bebé. De dicha relación dependen funciones relevantes como el interés, la motivación, la atención, tendencia a explorar el entorno, etc., todas ellas básicas para el aprendizaje y la autonomía del niño. En definitiva, gracias a estos lazos afectivos entre los padres y el niño, este puede desarrollar de manera óptima tanto sus habilidades motoras como cognitivas, lingüísticas y sociales.
Laura Cruz Navarro y Patricia Durán Sánchez, Psicólogas en Aesthesis Psicólogos Madrid
Referencias
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