La oposición es un arduo proceso que implica un cambio en las condiciones y hábitos de vida de los opositores. Se trata de un periodo donde el esfuerzo y la dedicación plena se convierten en los elementos esenciales. Sin embargo, se trata de una situación muy estresante que puede dar lugar a distintas problemáticas.
Son numerosas las personas que deciden realizar una oposición. Tras la crisis económica, y con la inestabilidad de los puestos de trabajo de hoy en día, muchos toman la decisión de dedicar una gran parte de tiempo y esfuerzo a conseguir una plaza que pueda aportar, ante todo, un sentimiento de seguridad.
No obstante, tomar esta decisión no es una tarea sencilla. Iniciar un proceso de estudio y preparación de este calibre implica renunciar a una gran cantidad de tiempo, actividades y otras oportunidades de futuro. De modo que esta situación implica la necesidad de valorar los pros y contras de dicho proceso.
El apoyo familiar y del entorno, un respaldo económico, la disponibilidad de tiempo, la presencia de un espacio adecuado para el estudio o la capacidad de organización y dedicación son algunas de las variables más influyentes en la decisión de iniciar este proceso de preparación. Una vez que se ha decidido iniciar dicha preparación, es necesario elaborar un plan de acción que recoja todas aquellas decisiones importantes que permitan optimizar la formación y preparación.
Proceso de preparación de Oposición y examen
Emprender el proceso de estudio no resulta una tarea complicada. La motivación y la ilusión mantenida durante los primeros meses generan una expectativa positiva en torno a las posibilidades de alcanzar la meta. No obstante, la rutina, la monotonía, el aislamiento, y el descenso de actividades lúdicas y reforzantes, influirán negativamente en los estudiantes, dando lugar a diferentes “crisis personales” y dudas sobre el deseo de continuar con este proceso.
Con el paso del tiempo el aburrimiento, la alta autoexigencia y las presiones recibidas por parte del entorno contribuirán al desarrollo de una mayor inseguridad y dudas sobre las capacidades personales. Esta situación facilita el origen de diversas problemáticas como frecuentes estados de ansiedad e irascibilidad, insomnio o conflictos interpersonales que mermarán la motivación y la ilusión de los primeros momentos.
En esta misma línea, el estado emocional resultante fomentará el desarrollo de un pensamiento catastrofista y/o dicotómico (pensamiento polarizado, «todo es bueno» o «todo es malo»), anticipaciones negativas y diversas obsesiones relacionadas con el estudio.
La proximidad del examen y el escaso tiempo disponible alientan los sentimientos de ansiedad e inseguridad. No obstante, existe una serie de recomendaciones que permitirán gestionar estos estados de activación con una mayor eficacia y, de este modo, fomentar un mejor desempeño en la realización de las distintas pruebas de evaluación.
Una vez obtenidos los resultados, las personas que han conseguido su meta experimentarán un gran sentimiento de alegría, pasando a percibir la etapa de opositor como un periodo positivo donde los distintos problemas o sinsabores adquieren un segundo plano.
En la otra cara de la moneda se encontrarían las personas que han suspendido o no han conseguido la plaza deseada. En este punto, la tristeza y la decepción tiñen las experiencias emocionales de estos opositores. Asimismo, es frecuente la percepción de haber perdido el tiempo o que el esfuerzo no ha merecido la pena. Además, en este punto, se prestará una especial atención a todas aquellas oportunidades a las que se renunció anteriormente, pudiendo generar un sentimiento de frustración que repercutirá sobre el estado emocional.
Principales consecuencias del estudio de Oposiciones
La oposición es un arduo proceso que implica una renuncia a una gran cantidad de aspectos en la vida de los estudiantes. Este nuevo “estilo de vida” implica una serie de consecuencias negativas que pueden repercutir en la decisión de continuar con el proceso:
- Descenso del tiempo de ocio.
- Cambios en los hábitos de vida (alimentación, sueño, ejercicio, consumo de sustancias perniciosas para la salud…).
- Aislamiento social.
- Conflictos interpersonales.
- Sentimientos de hostilidad hacia otros opositores.
- Renuncia de otras oportunidades.
- Sentimiento de valía o autoestima fluctuantes.
- Tensión psíquica o estrés.
- Problemas de salud como consecuencia de los cambios de hábitos y el estrés continuo.
¿Qué hacer después de una Oposición fallida?
Una vez finalizado el proceso de evaluación, los opositores que no han obtenido la plaza deseada se preguntan qué deberían hacer a continuación. El primer paso se centra en intentar gestionar la ansiedad y el resto de estados emocionales resultantes de manera adecuada. Como consecuencia, la persona podrá alejarse de los pensamientos catastrofistas y el sentimiento de fracaso.
Alcanzado este primer punto, será necesario valorar, lo más objetivamente posible, el proceso de preparación realizado y el resultado obtenido. Asimismo, se podrán valorar las razones por las que no se ha alcanzado el objetivo así como las posibles mejoras que se podrán aplicar durante próximo periodo de preparación.
No obstante, existen casos en los que las consecuencias emocionales derivadas de estos intentos fallidos pueden dar lugar a la pérdida de confianza sobre las propias capacidades, bajo sentimiento de valía o autoestima, autocrítica desmesurada o pérdida de ilusión. Estos factores influyen sobre la capacidad para analizar de forma objetiva el proceso anterior. Ante este tipo de situaciones, es necesario tener en cuenta la posibilidad de alejarse, de forma temporal, de este proceso, instaurar hábitos saludables, retomar actividades lúdicas y, en caso necesario, acudir a un especialista para poder abordar este tipo de problemáticas.
Como conclusión, la oposición es un proceso complejo que requiere de un gran esfuerzo donde la motivación y la persistencia constituyen una base importante de la dedicación de los opositores; y donde los estados emocionales juegan un papel decisivo en la experiencia y el desempeño de los opositores.
“Un poco más de persistencia, un poco más de esfuerzo, y lo que parecía irremediablemente un fracaso puede convertirse en un éxito glorioso”. Elbert Hubbard (1856-1915), escritor, artista y filósofo estadounidense
Rafael Fenoy Castaño, psicólogo en Aesthesis Psicólogos Madrid
Referencias
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