La ruptura de pareja conlleva un proceso de adaptación compuesto por diferentes fases que implican la aparición de manifestaciones emocionales de diversa naturaleza. La discrepancia entre los distintos casos se debe a la influencia de una multitud de factores.
La ruptura o separación constituye un acontecimiento altamente estresante capaz de generar un impacto emocional considerable sobre los miembros de la pareja y las personas más allegadas. Se trata, por tanto, de un proceso complicado, doloroso y, en su mayoría, de larga duración. Asimismo, esta etapa se caracteriza por la presencia de sentimientos contradictorios que generan un intenso malestar en las personas involucradas.
A pesar de que la concepción popular de duelo siempre ha estado ligada a una pérdida personal por fallecimiento, se trata de una circunstancia más amplia que recoge el proceso que experimenta una persona como consecuencia de una situación de pérdida; ya sea por el fallecimiento de una persona querida, un cambio de domicilio, la pérdida de un trabajo e, incluso, la ruptura de una relación. Por este motivo, es posible encontrar grandes similitudes en la respuesta de afrontamiento a estas situaciones tan diversas.
Previa a la separación se diferencia una etapa de pre-ruptura donde se llevan a cabo diversos esfuerzos para evitar dicha separación. Este periodo, puede ser muy prolongado y conflictivo, lo que generará una lista de consecuencias emocionales sobre las personas implicadas.
Por otro lado, la presencia de hijos en común genera un mayor número de dificultades, siendo necesaria una toma de decisiones de forma conjunta que pueda amortiguar las consecuencias emocionales que pueda tener dicha separación sobre los hijos. Sin embargo, esta situación no siempre es posible debido a la dificultad que entraña, para algunas personas, poder dialogar tras la ruptura.
Principales reacciones ante la ruptura sentimental
Las reacciones emocionales durante los procesos de separación pueden ser muy diversas en función de varios factores como la causa de la separación, que la ruptura sea inesperada, el apoyo durante este proceso, etc. Asimismo, es necesario destacar que, a pesar de compartir algunas manifestaciones emocionales como tristeza o ansiedad, es frecuente encontrar diferencias entre la persona que ha tomado la decisión de finalizar la relación y la que ha recibido esa petición. En la primera de ellas es habitual observar miedo, dudas, alivio y culpabilidad, mientras que en la segunda son más comunes las reacciones de incredulidad, negación, traición, sentimiento de culpa por no haber podido salvar la relación, descenso del nivel de autoestima y pérdida de seguridad. Por otra parte, existen casos en los que no es una persona la que toma la decisión de dejar a la otra, sino que es una decisión que toman ambos miembros de la pareja. En estos casos, y aunque haya habido una determinación de mutuo acuerdo, también pueden aparecer sentimientos de malestar, soledad, negación o sentimientos de nostalgia, debido a que se produce una desvinculación de la persona que era/es importante.
Asimismo, es necesario resaltar que las consecuencias negativas derivadas de una separación se producen también sobre las personas que toman la decisión de finalizar su relación sentimental. Además, estas personas pueden convertirse en el blanco de numerosas críticas por parte de la ex pareja y su entorno.
Principales manifestaciones
Son diversas las consecuencias que pueden emerger tras la ruptura, además, en cada caso particular destacan unas manifestaciones frente a otras. Es común que aparezcan algunas de las siguientes:
Consecuencias fisiológicas. Pérdida o aumento de peso, cansancio, hipervigilancia, sequedad de boca, llanto persistente o alteraciones de sueño tales como insomnio, .
Consecuencias sociales. Pérdida de amigos en común, abandono de alguna actividad lúdica que se realizase de forma conjunta, desvinculación de amigos y familiares en los casos en los que hay un fuerte sentimiento de apatía y ausencia de ganas de relacionarse con otros.
Consecuencias económicas. El nivel económico también puede verse afectado pues, en algunos casos, los gastos son comunes (alquiler de piso, gastos de suministros, comida, etc.) teniendo la persona, tras la ruptura, que hacer frente a todos los gastos de manera individual.
Manifestaciones emocionales. Pueden aparecer sentimientos de inseguridad, de vacío, de culpa, baja autoestima, miedos, fobias, ansiedad o ira, entre otras. Sin embargo, para algunas personas, la ruptura va acompañada de sensaciones de alivio y de bienestar emocional, sobre todo en relaciones dominadas por conflictos.
Etapas en el proceso de separación de la pareja
La separación de pareja constituye un proceso compuesto por distintas fases que pueden variar en los diferentes casos. De esta manera, no implica que todas las personas deban pasar por cada una de ellas, ya que depende de la interacción con numerosos factores que influyen sobre el afrontamiento de dicho proceso. Asimismo, es importante señalar la existencia de una gran discrepancia en torno al número de fases que componen la separación.
Previa a la ruptura sentimental, por lo general, se produce un periodo de desilusión en el que la pareja, o un miembro de ésta, siente un descontento hacia el otro. Esta situación favorece la aparición de conflictos que generan una mayor distancia entre los implicados. Además, son frecuentes las fantasías relacionadas con la separación, así como la valoración de los pros y contras de esta decisión. Esta situación genera una inestabilidad emocional que suele dar lugar a un amplio abanico de respuestas emocionales como ansiedad, dudas, enfado, tristeza, etc.
- Fase de pérdida y negación. Esta etapa, que implica el inicio de la separación, está inundada por diferentes reacciones emocionales tales como sorpresa, enfado o temor. La incredulidad puede dar lugar a una negación de esta ruptura, o a un estado de “shock” derivado de la decisión de separación por algún miembro de la diada. A pesar de existir una posible conflictividad entre la pareja, en muchas ocasiones no se espera la decisión de ruptura, lo que moviliza la adopción de diferentes medidas para evitar esta situación, como la asistencia a terapia de pareja, la búsqueda de ayuda a personas allegadas, etc. Finalmente, se trata de una fase que concluye con una toma de contacto con la realidad existente.
- Fase de desesperanza. El bajo estado de ánimo es la emoción predominante en esta fase. Puede estar acompañado por una baja autoestima y la dificultad para adaptarse a la nueva situación. Por otro lado, es frecuente la aparición de pensamientos catastrofistas sobre el futuro sentimental (“no voy a encontrar a nadie como él/ella”, “voy a estar siempre solo/a”…). A nivel conductual, es muy común el aislamiento y el abandono de tareas de ocio, lo que contribuye al bajo estado de ánimo. Un error común de esta etapa es la negación de la ruptura, pensando que se trata de un problema pasajero y nunca definitivo, lo que dificulta la aceptación de la nueva situación.
Debido a la gran diversidad de respuestas de afrontamiento, es posible encontrar en algunos casos una fuerte emoción de ira hacia la otra persona, normalmente hacia aquella que ha tomado la decisión de finalizar la relación. Dicha emoción contribuye a la culpabilización del otro y, en última instancia, al deseo de venganza. No obstante, existen casos en los que el sentimiento de rabia se dirige hacia uno mismo, hacia las personas cercanas o hacia el mundo.
- Fase de ansiedad o negociación. Durante esta etapa son frecuentes las creencias de perfección de la ex pareja. Asimismo, predominan los recuerdos de los aspectos positivos de la relación y cualquier estímulo es capaz de evocar recuerdos asociados a los momentos compartidos en pareja. Además, la persona siente la necesidad de abordar el tema con las amigos y familiares de confianza. En este punto, muchas personas pueden sentir culpa o la sensación de “ser pesados” por hablar una y otra vez del mismo tema; sin embargo, se trata de una respuesta imprescindible que implica la necesidad cerebral de procesar una experiencia dolorosa que no ha sido asimilada adecuadamente o que ha superado los límites de procesamiento.
Por otro lado, una conducta común es el intento de mantener el contacto con la otra persona. Esta situación favorece el aislamiento del individuo y una gran sensación de frustración al no poder alcanzar el objetivo propuesto, recuperar la relación.
- Fase de depresión e inicio de la aceptación. A partir de los infructuosos resultados de las distintas estrategias para recuperar la relación, es común la pérdida de esperanza. Esta circunstancia facilita un mayor contacto con la realidad presente, dando lugar a una emoción de tristeza por no poder recobrar la relación. Además, comienza a adquirir mayor relevancia una nueva perspectiva centrada en uno mismo, impulsando el inicio de nuevas actividades y proyectos.
- Fase de aceptación y superación. El tiempo necesario para alcanzar esta última fase es muy variado, dependiendo de diferentes factores que incidirán en el afrontamiento de la ruptura. Tras la tristeza característica del periodo anterior, se inicia otra etapa donde la persona comienza a tener una nueva y optimista visión de futuro. Asimismo, la ex pareja deja de convertirse en el protagonista de los pensamientos y se produce un descenso de la respuesta emocional de tristeza y angustia asociada a estímulos o situaciones que evocan recuerdos de la relación anterior. Finalmente, desaparece el deseo o la búsqueda para recuperar la relación y, en última instancia, la persona se sentirá preparada para entablar nuevas relaciones.
Factores que influyen en la forma de proceder en la ruptura de pareja
Los estilos de apego o vinculación establecidos a lo largo del desarrollo de la persona generarán unos modelos que guiarán las relaciones futuras, incluidas las relaciones sentimentales durante la etapa adulta.
Las amenazas hacia la continuidad de la relación generan un estado de intensa ansiedad, desencadenando la ruptura, diversas respuestas afectivas y el inicio de un proceso de duelo. Sin embargo, todas las emociones resultantes pueden ser reprimidas a través de procesos defensivos inconscientes, lo que podría repercutir sobre futuras relaciones sin que la persona fuese consciente de tal influencia.
De esta forma, autores como Bowlby consideran que las respuestas al duelo, incluidas diferentes situaciones de pérdida como una ruptura sentimental, se ven influenciadas por distintos factores como el sexo, la edad o las circunstancias de la pérdida, otorgando un papel fundamental a factores interpersonales como los vínculos establecidos con la red social. Asimismo, se ha destacado la respuesta por parte de familiares, amigos y profesionales a la expresión emocional de la persona, ante una situación de pérdida, como un elemento esencial en el afrontamiento de dicho proceso. Además, diversos autores han destacado la intensidad de la relación, la calidad de las relaciones de apego durante la infancia, los mecanismos de defensa que la persona suele poner en marcha en situaciones de pérdida y el apoyo de la red social como elementos determinantes en la respuesta de afrontamiento a la pérdida. Debido a ello, se ha visto que las personas que han desarrollado un apego seguro tendrían una menor vulnerabilidad a la aparición de patologías asociadas al duelo.
Natalia Correa Flores
Rafael Fenoy Castaño
Referencias
Corbin, J. A. (2016). Las 5 fases para superar el duelo de la ruptura de pareja. Recuperado el 17 de octubre de 2016 del sitio web: https://psicologiaymente.net/psicologia/fases-superar-duelo-ruptura-pareja
Fenoy, R. (2016). El duelo. En qué consiste y cómo abordarlo. Recuperado del 17 de octubre de 2016 del sitio web: https://www.psicologosmadridcapital.com/blog/duelo-en-que-consiste-como-abordarlo/
Fernández, V. (2012). Separación sentimental: cómo superarla. Revisado el 17 de octubre de 2016 del sitio web: http://www.webconsultas.com/mente-y-emociones/familia-y-pareja/separacion-sentimental-como-nos-afecta-y-como-superarla-7496
Marrone, M. (2009). La teoría del apego. Un enfoque actual. Psimática: Madrid.
Psicoadapta.es. Etapas emocionales en el proceso de ruptura de pareja. Revisado el 17 de octubre de 2016 del sitio web: http://www.psicoadapta.es/blog/ruptura-de-pareja-etapas-emocionales/
Sánchez, S. (2013). Duelo por ruptura de pareja: 5 fases. Recuperado el 17 de octubre de 2016 del sitio web: https://www.webpsicologos.com/blog/duelo-por-ruptura-de-pareja-5-fases/
Sánchez, S. (2014). 3 Causas de ruptura de pareja. Recuperado el 17 de octubre de 2016 del sitio web: https://www.webpsicologos.com/blog/3-causas-de-ruptura-de-pareja/