La psoriasis afecta en torno al 2,3% de la población española y, aunque suele aparecer entre los 15 y los 35 años, puede surgir a cualquier edad. Es una enfermedad no contagiosa, pero podría transmitirse de padres a hijos. Más de un millón de personas están afectadas actualmente de psoriasis en nuestro país, de las más de 125 millones que la padecen en todo el mundo.
¿Qué es la Psoriasis?
La psoriasis es una enfermedad de la piel que acelera el proceso natural de generación de células cutáneas, lo que provoca una acumulación de células sobre la superficie de la piel. Este exceso de células cutáneas se manifiesta a través de manchas rojas escamosas que causan irritación y picor.
Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que, ocasionalmente, también puede afectar a las articulaciones. Aunque las lesiones cutáneas que provoca la psoriasis pueden aparecer en cualquier parte de nuestro organismo, incluidas mucosas y uñas, suelen tener presencia en aquellos lugares donde la piel está muy cerca del plano óseo (codos, rodillas, cuero cabelludo, región sacra, etc.).
Tipos de Psoriasis
La psoriasis se puede manifestar de formas muy diversas, desde pequeñas placas escamosas en la piel, que pueden pasar desapercibidas, hasta lesiones que afectan a toda la superficie corporal. La localización es muy variada y existen distintos tipos de psoriasis, entre las principales se encuentran:
Psoriasis en placas
Es la forma más frecuente y produce lesiones de un color rosado intenso, con escamas en la piel, a modo de “placas”, que provocan irritación y picor. Pueden aparecer en cualquier parte de cuerpo, especialmente en codos, rodillas y cuero cabelludo, pero también en los genitales y en el tejido blando de la boca.
Psoriasis en gotas
Se caracteriza por placas rosadas escamosas en forma de “gotas” en la piel de los brazos y de las piernas, y también en el dorso y en el cuero cabelludo. Estas lesiones son de un tamaño más reducido que las placas y no son tan gruesas, el escamado es más atenuado.
Psoriasis inversa
Es un tipo de psoriasis que causa manchas lisas de un color rosa intenso que afecta especialmente a zonas sensibles de la piel, como las axilas, las ingles, debajo de los senos y alrededor de los genitales.
Psoriasis eritrodérmica
Este tipo de psoriasis puede llegar a abarcar todo el cuerpo con una erupción cutánea rojiza y con desprendimiento de la piel, que provoca gran picazón y ardor intenso.
Psoriasis pustulosa
Es un tipo de psoriasis poco frecuente que puede tener lugar en áreas grandes de piel (psoriasis pustulosa generalizada) o en zonas pequeñas de las manos, los pies y las puntas de los dedos. Es habitual que se manifieste rápidamente, la piel se pone rojiza y muy sensible y en pocas horas aparecen ampollas llenas de pus. Estas ampollas pueden aparecer y desaparecer con frecuencia. La psoriasis pustulosa generalizada también puede provocar fiebre, escalofríos, diarrea… así como un picor muy intenso.
Artritis psoriásica
Además de la piel rosada y escamosa, la artritis psoriásica provoca inflamación y dolor en las articulaciones, síntomas típicos de la artritis. La artritis psoriásica puede afectar a cualquier articulación, y puede manifestarse de forma leve o grave.
Habitualmente, la psoriasis en edades más precoces suele ser más grave, tiene peor evolución y se asocia con mayor frecuencia a otras enfermedades comórbidas (coexistentes). Es el caso de la artritis psoriásica, que afecta hasta un 30% de las personas que tienen psoriasis, tienen más probabilidades de padecerla las personas con psoriasis más graves. En estos casos, el diagnóstico precoz es sumamente importante ya que, si no se trata, puede provocar daños irreversibles en las articulaciones.
Psoriasis: Causas
Si bien aún no se conocen las causas exactas de la psoriasis, se sabe que es una enfermedad inflamatoria autoinmune, que tiene su origen en un trastorno del sistema inmunológico. La psoriasis no es hereditaria, pero hay una predisposición genética para su desarrollo, dado que un tercio de los pacientes tienen un antecedente familiar, lo que parece evidenciar el componente genético.
No obstante, hay otros factores que resultan determinantes para que esta enfermedad se desencadene. Según indica Alejandro Muñoz, nuestro experto en Psiconeuroinmulogía (estudio de la interacción entre los procesos psíquicos y los sistemas nervioso, endocrino e inmune) y Director de Aesthesis, esta enfermedad solamente se va a manifestar en un contexto metabólico e inmune inflamatorio, en el que la presencia de estilos de vida poco saludables es determinante. Así, las causas de la psoriasis son múltiples, pero entre sus desencadenantes destacan especialmente el estrés, la mala alimentación y hábitos poco saludables como el alcohol y el tabaco.
En esta línea, Gregorio Carretero, médico y coordinador del Grupo de Psoriasis de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) coincide en que uno de los primeros objetivos terapéuticos que deben tenerse en cuenta con la persona que sufre psoriasis es el de corregir estilos de vida no saludables, como pueden ser el consumo de alcohol y tabaco, o conductas de afrontamiento que conducen a desarrollar estrés en la rutina diaria.
Por su parte, Alejandro Muñoz añade que la psoriasis y su expresión sintomatológica se puede compensar introduciendo cambios en el estilo de vida, tales como:
- Procesamiento y gestión del estrés emocional, en un espacio terapéutico.
- Reconocimiento de alimentos agresores: se reconocen nada más ingerirlos, midiendo el pulso o con un glucómetro, o realizando un test de intolerancias alimentarias, siempre que sea interpretado por un nutricionista.
- Realizar ejercicio físico a diario, en ayunas, en la primera hora de sol, y al aire libre.
- Dieta a base de fruta, verdura, carne blanca y pescado azul salvaje (no de piscifactoría).
- Evitando el uso de corticoides que favorece la inflamación metabólica por desequilibrio neuroendocrino.
Psoriasis: Psicología
Desde la AEDV subrayan que “la psoriasis puede ser una enfermedad devastadora a nivel psicológico, especialmente cuando afecta a zonas visibles como la cara, las manos, o a la zona genital”. Es por ello que, en muchos casos, la psoriasis repercute irremediablemente sobre la calidad de vida de aquellas personas que la padecen.
Un estudio realizado por Acción Psoriasis (Asociación de Pacientes de Psoriasis, Artritis Psoriásica y Familiares) reveló que son numerosas las áreas vitales de los pacientes que se ven afectadas por la psoriasis, poniendo de manifiesto la alta relación entre la psoriasis y la psicología:
Actividades sociales
Hasta un 61% de las personas que participaron en el estudio aseguraron que la visibilidad de las lesiones que genera la enfermedad puede provocar cierto rechazo en otras personas, pudiendo esto afectar en sus relaciones sociales. Además, también puede haber una pérdida de interés o evitación de actividades sociales.
Estado de ánimo
Esta enfermedad puede producir un shock emocional inicial ante un diagnóstico que conlleva cronicidad. Además, en el estudio, un 59% de los afectados afirmó que la no existencia aún de una solución definitiva para la enfermedad generaba en ellos sentimientos negativos, lo que provoca bastante desánimo en las personas que la sufren.
Autoestima
Los síntomas de la psoriasis pueden generar un rechazo hacia el propio cuerpo y la enfermedad, que puede desembocar en una alteración de la autoimagen, que en ocasiones puede influir en la forma de vestir, con el objetivo de ocultarlo. En el estudio, la autoestima de los pacientes se vio afectada en el 36% de los casos, una cifra bastante elevada.
Relaciones íntimas
Desde Acción Psoriasis, explican que las lesiones cutáneas en las zonas genitales son habituales, lo que influye de forma significativa en el estado de ánimo, ya que puede afectar a la actitud del paciente hacia las relaciones íntimas o disminuir la capacidad de satisfacción. Un 20% de los pacientes del estudio afirmaron que la psoriasis había afectado a sus relaciones sexuales de manera notable.
Nerviosismo o inquietud
Hasta el 30% de los participantes del estudio tenían estos síntomas, una cifra llamativa. El no tener un tratamiento definitivo para erradicar la psoriasis y lo que llega a afectar la enfermedad en la vida cotidiana de los pacientes, son factores que contribuyen a la presencia de síntomas de ansiedad.
Posibles alteraciones en el sueño
El picor, las rojeces y las grietas en la piel pueden producir problemas a la hora de conciliar el sueño o tener un descanso reparador. En el estudio, uno de cada cuatro pacientes afirmó que la psoriasis les producía alteración del sueño o dificultades para dormir.
Problemas de concentración y cansancio
Un 14% de los pacientes del estudio afirmaron que padecían problemas de concentración en su día a día debido a la psoriasis, y un 24% que padecía cansancio habitual.
Carrera profesional
Un 50% de los pacientes aseguró que su carrera profesional se había visto afectada por la psoriasis. Destacan aquí los profesionales que desempeñan actividades de cara al público o aquellos que manipulan productos alimenticios. Por ejemplo, el sector servicios, comunicación, audiovisual y de medios, así como agricultura, ganadería y pesca.
Depresión
Recientes estudios plantean que la psoriasis es un factor de riesgo para la depresión. Ésta, a su vez, también puede provocar o exacerbar la psoriasis. En el estudio, uno de cada cuatro pacientes declaró padecer bastante o mucha tristeza a causa de la enfermedad. Aunque no es determinante en todos los casos, los pacientes con psoriasis, independientemente de la severidad, pueden ser más propensos a desarrollar síntomas depresivos.
Uso de fármacos
Debido a los problemas emocionales y anímicos que genera la psoriasis, un 15% de pacientes declaró hacer uso de ansiolíticos o tranquilizantes, un 13% de pastillas para conciliar el sueño y un 8% de antidepresivos.
Tratamiento de la Psoriasis desde la Psicología: más allá del aspecto médico
El paciente psoriásico ha sido protagonista de los avances acontecidos en las últimas décadas en torno a su tratamiento. Desde la escasez de terapias y el desconocimiento que el médico tenía de la fisiopatología y gravedad de la psoriasis, hasta ser objeto hoy en día de la atención completa de su enfermedad desde el plano físico hasta el psicológico y el social.
Por el momento, los avances en los tratamientos médicos han logrado frenar la evolución de esta enfermedad, hacer más llevaderos los síntomas y conseguir cada vez períodos más largos de remisión, pero aún sigue siendo una enfermedad crónica sin cura definitiva.
En este sentido, estudios recientes han hecho evidente la importancia de la afectación psicológica en este tipo de enfermedad. El gran avance ha sido reconocer que la psoriasis no sólo afecta al organismo, sino también a la calidad de vida, en igual o mayor medida que las propias consecuencias a nivel fisiológico. Por tanto, algo fundamental que tendrá que analizar el paciente de psoriasis será cómo le está afectando la enfermedad psicológicamente, así como la necesidad de su recuperación y estabilidad en aspectos emocionales, de autoestima y de relaciones laborales, sociales e íntimas.
Para ello, es necesario poder realizar un tratamiento psicológico integral, combinando terapia psicológica y apoyo institucional. De una parte, la terapia psicológica puede ser muy útil para el tratamiento de todas las alteraciones emocionales, anteriormente descritas a través del estudio objeto de análisis. Además, se torna fundamental aquí el apoyo de profesionales con conocimiento en psiconeuroinmunología, promoviendo estilos de alimentación saludables y pudiendo ayudar a identificar los desencadenantes o agravantes, como los alimentos agresores.
De otra parte, si bien los pacientes que sufren psoriasis pueden beneficiarse del apoyo de las personas de su círculo cercano, en algunas ocasiones no se sienten entendidos, y ello puede llevar a sentimientos de vacío y soledad. Por ello, existen organizaciones y comunidades de pacientes y/o familiares, como Acción Psoriasis (www.accionpsoriasis.org), que facilitan la creación de espacios donde las personas que están pasando por la misma situación, puedan intercambiar vivencias, experiencias, dudas, o inquietudes, mejorando así su calidad de vida.
Actualmente, es fundamental tener en cuenta lo mucho que puede aportar la psicología en el tratamiento de la psoriasis, ya sea para la prevención de las posibles consecuencias psicológicas mencionadas o para su tratamiento una vez desarrolladas.
Si te has quedado con dudas, solicita información. Según afirma la Federación Internacional de Asociaciones de Psoriasis (IFPA), “los pacientes mejor informados logran manejar mejor su condición y motivan un cambio de conducta en sus comunidades”.
“El gran descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden alterar sus vidas al alterar sus actitudes mentales” William James (1842-1910), filósofo estadounidense.
Laura Cruz Navarro y Celia Esteban Abajo, psicólogas en Aesthesis Psicólogos Madrid
Referencias
Academia Española de Dermatología y Venereología AEDV (29 de octubre de 2014). Día Mundial de la Psoriasis. https://aedv.es/comunicacion/notas-de-prensa/29-de-octubre-dia-mundial-de-la-psoriasis-una-enfermedad-que-afecta-al-2-de-la-poblacion/
Acción Psoriasis (2014). Los síntomas de la psoriasis afectan la vida diaria del 70% de pacientes. https://issuu.com/accionpsoriasis/docs/psoriasis_en_accion_2015__informe_m
Cohen, B. E., Martires, K. J., y Roger. S. (2015). Psoriasis and the Risk of Depression in the US Population. National Health and Nutrition Examination Survey 2009-2012. JAMA Dermatology, 152, 73-70. DOI: 10.1001/jamadermatol.2015.3605
Consejos de tu Farmacéutico (3 de noviembre de 2016). La psoriasis, una enfermedad de graves consecuencias psicológicas. https://www.consejosdetufarmaceutico.com/articulo/la-psoriasis-una-enfermedad-graves-consecuencias-psicologicas/