Desde hace algunos años, la Fibromialgia se ha convertido en uno de los problemas de salud pública con mayor prevalencia, siendo una enfermedad que genera un gran malestar a quienes la sufren. ¿Cuáles son las causas de la Fibromialgia? ¿Cuál es su tratamiento? ¿Puede el ejercicio físico ayudar a mejorar sus síntomas?
¿Qué es la Fibromialgia?
La fibromialgia es una enfermedad caracterizada por una hipersensibilidad al dolor que se manifiesta por la aparición de una sensación dolorosa en múltiples lugares del aparato locomotor. El dolor crónico extendido es el rasgo por definición de esta patología pero, además, algunas de las manifestaciones clínicas más comunes propias de esta enfermedad son: cefaleas, parestesias (sensación de pinchazos en las articulaciones), rigidez articular, síndrome de intestino irritable, alteraciones del sueño, fatiga intensa y depresión.
Según la Sociedad Española de Reumatología (SER), la prevalencia de la fibromialgia en España se estima que se encuentra entre un 2 – 4% de la población mayor de 18 años, lo que supone más de un millón de personas enfermas, de las cuales la gran mayoría son mujeres (90%). Ello pone de manifiesto que es el género femenino el más afectado por este síndrome.
En lo referente a la edad, la SER especifica que esta enfermedad aparece en todos los grupos de edad, con una prevalencia máxima entre los 40 y los 49 años, mientras que es relativamente infrecuente en personas que superan los 80 años de edad.
Si bien la etiología de la fibromialgia no se conoce de forma exacta, diversas teorías considera que este síndrome proviene de la influencia de una diversidad de factores como anomalías en la presión arterial, secuelas de otras enfermedades médicas, diversos condicionantes del dolor… junto con alteraciones hormonales y/o del sistema nervioso. En línea con esto último, una de las hipótesis que se plantea es que la fibromialgia se produce como resultado de la sensibilización del Sistema Nervioso Central por alguna causa. Mayoritariamente, se considera que todas estas posibles causas mencionadas actúan de maneras diferentes en cada persona interaccionando entre sí como un todo.
Tratamiento de la Fibromialgia
Dado que, como se ha visto en el apartado anterior, resulta muy complejo establecer las causas del fibromialgia, es realmente difícil establecer un diagnóstico y un tratamiento para esta enfermedad, más aún teniendo en cuenta que si bien presenta síntomas comunes, la enfermedad puede manifestarse de diferentes formas según cada persona. Es por ello que el tratamiento que se administra es de carácter sintomático paliativo, basado en disminuir la sintomatología y aumentar la funcionalidad del sujeto con fibromialgia, mejorando su calidad de vida.
Así, los objetivos del tratamiento de fibromialgia son: aliviar el dolor, mantener o restablecer el equilibrio emocional, mejorar la calidad del sueño, aumentar la capacidad física, reducir la astenia (fatiga generalizada)… En términos generales, se trata fundamentalmente de reducir lo máximo posible los síntomas asociados a la enfermedad, mejorando la funcionalidad y el día a día del paciente.
Las opciones para el tratamiento de la fibromialgia son múltiples, van desde la medicación prescrita por médicos especialistas hasta la medicina alternativa, contemplando la fisioterapia y los masajes terapéuticos, las técnicas de relajación y el ejercicio físico.
Desde el ámbito de la psicología también se pueden obtener grandes beneficios en el tratamiento de esta enfermedad. Mediante una terapia psicológica, la persona con fibromialgia aprenderá a comunicar y expresar las propias necesidades y sentimientos, así como a aceptar y convivir con la enfermedad, sin centrarse exclusivamente en ella o en lo que ella dificulta o limita su vida cotidiana. También se puede aprender a controlar el dolor y los estados de ansiedad que la fibromialgia propicia en algunas ocasiones. Y todo ello redunda, muy especialmente, en una notable mejora de la autoestima y del estado de ánimo de la persona, algo fundamental para enfrentarse a la fibromialgia.
Beneficios del Ejercicio Físico en el Tratamiento de la Fibromialgia
Según la Sociedad Española de Reumatología (SER), el ejercicio es posiblemente el aspecto terapéutico más importante para el tratamiento de la fibromialgia. Ello es así porque, según indica la SER, el ejercicio no sólo mantiene en forma los músculos y el sistema cardiovascular, sino que reduce el dolor, favorece el sueño, mejora la sensación de fatiga y disminuye tanto la ansiedad como los estados depresivos. Explica la SER que todos estos cambios positivos sobre los síntomas de la fibromialgia se deben a que durante el ejercicio se liberan endorfinas, hormonas que propician los efectos beneficiosos mencionados.
La SER recomienda comenzar realizando ejercicio de forma suave, incrementando progresivamente su intensidad y duración, hasta realizarlo de 20 a 40 minutos, como mínimo 3 días a la semana. Es conveniente mencionar que al principio es posible que el dolor se incremente, pero progresivamente irá disminuyendo, además de mejorar conjuntamente otros síntomas de la enfermedad.
Tipos de Ejercicio Físico para la Fibromialgia
Según investigaciones recientes, algunas de las modalidades de ejercicio que han resultado efectivas en la reducción del dolor y la mejora de los pacientes con fibromialgia son:
Ejercicio Aeróbico
El ejercicio aeróbico es aquel que incrementa la frecuencia cardiaca y el consumo de oxígeno, según la SER el ejercicio más efectivo para la fibromialgia. Caminar, correr, montar en bicicleta o bailar, son ejercicios aeróbicos que favorecen el control de la enfermedad. Además, diversos estudios han demostrado que la posibilidad de poder elegir la intensidad del ejercicio que ofrecen este tipo de actividades mejora el estado anímico de la persona.
Ejercicio de Fuerza
El ejercicio de fuerza, también denominado «ejercicio de resistencia», mejora la masa muscular al hacer que el trabajo de los músculos sea más arduo mediante la resistencia al movimiento y/o la adición de peso, como las sentadillas o las flexiones, o el trabajo con pesas. Una mejor musculatura puede favorecer la reducción del dolor qiue produce la fibromialgia.
Ejercicio de Flexibilidad
El ejercicio de flexibilidad se fundamenta en estiramientos que ayudan a mantener flexibles las articulaciones y disminuyen el riesgo de sufrir lesiones tanto al realizar ejercicio como en las actividades cotidianas. Una articulaciones más flexibles también pueden mejorar los síntomas de la fibromialgia.
Ejercicio Combinado: actividades aeróbicas, de fuerza y de flexibilidad
La combinación de distintos tipo de ejercicio ha mostrado resultados muy positivos, reduciéndose en general la sintomatología de la fibromialgia, especialmente el dolor y la depresión, mejorando en conjunto la calidad de vida del paciente. En este ámbito, cabe destacar que el uso de plataformas vibratorias llega a doblar incluso la eficacia en síntomas como el dolor, la fatiga y la rigidez.
Ejercicio Acuático
El ejercicio acuático, tanto en piscina como en el mar, destaca también por su alta eficacia. Se han observado grandes mejoras en las capacidades físicas, aumentando la movilidad y la autonomía de los pacientes, y reduciendo la ansiedad.
Terapias Alternativas como Tai Chi, Yoga o Pilates
Diversas investigaciones han mostrado que el Tai Chi arroja datos positivos en la severidad e interferencia del dolor, la calidad de sueño y la autonomía, el Yoga reduce la sintomatología hasta un 20%, especialmente el dolor, la rigidez, la fatiga y la depresión; y el Pilates parece mejorar el umbral de tolerancia a la presión y el dolor.
En general, no existen diferencias significativas en cuanto a la eficacia de los distintos tipos de ejercicio físico. Las investigaciones muestran que el rango de reducción de los síntomas en todos ellos oscila entre un 8% y un 20%. Conviene destacar que las actividades acuáticas y las alternativas resultan ser menos dolorosas durante su realización. También parece probable que a mayor gravedad e impacto de la enfermedad, más eficaz resulta el ejercicio. Por último, se observa que la adherencia terapéutica a este tipo de programas es mayor en aquellos con variedad de actividades, o en las que la persona tiene la opción de elegir la intensidad o tipo de ejercicio.
En definitiva, la fibromialgia es una enfermedad muy frecuente en nuestra sociedad, para cuyo tratamiento cobra una elevada importancia la realización de ejercicio físico, beneficioso para la reducción del dolor y la mejora de la sintomatología en general. Un abordaje de la enfermedad desde un enfoque multidisciplinar, en el que la psicología tiene un papel activo en labores de control del dolor y de la ansiedad, en la aceptación de la enfermedad y en la mejora del estado anímico y emocional de la persona, resulta la mejor alternativa para hacer frente a esta traumática enfermedad.
Si necesitas ayuda porque sufres esta enfermedad o tienes algún familiar o allegado en esta situación, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
Laura Cruz Navarro, psicóloga en Aesthesis Psicólogos Madrid
Referencias
Fundación Española de Reumatología (s. f.). Fibromialgia: qué es, síntomas, diagnóstico y tratamiento. https://inforeuma.com/enfermedades-reumaticas/fibromialgia/
Fernández, J., Méndez – Villanueva, A.y Sanz, D. (2007). Fibromialgia y ejercicio físico. Archivos de medicina del deporte, 24 (118), 121-129. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2320933
Latorre – Santiago, D. y Torres – Lacomba, M. (2014). Fibromialgia y ejercicio terapéutico. Revisión sistemática cualitativa. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, 17 (65), 183-204. http://cdeporte.rediris.es/revista/revista65/artfibromialgia776.htm
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Rizo, D. (s. f.). Psicología como apoyo para superar la fibromialgia. En buenas manos. https://www.enbuenasmanos.com/fibromialgia-y-psicologia