Por lo general, desde que tenemos uso de razón, las personas nos pasamos todo el año deseando que llegue una estación: el Verano. Coger vacaciones, descansar, disfrutar del clima, la oportunidad de viajar… hacen que esta época del año se convierta en algo muy deseado. Pero, ¿conocemos realmente qué beneficios nos aporta el Verano?
Beneficios del Verano para nuestro Cerebro
Es común que cada vez que pensamos en que se acercan las fechas que dan entrada al verano nos salga una sonrisa. Así, pensamos automáticamente en que se acerca un descanso, una desconexión de las obligaciones y la posibilidad de que cualquier plan agradable que nos imaginemos se puede hacer realidad en el periodo estival.
Estas buenas sensaciones que suscita la llegada del verano, junto con el cambio de hábitos que conlleva la entrada de esta estación, tienen un impacto muy positivo a nivel cerebral. Algunas de estas ventajas del verano para el cerebro son las siguientes:
- Aire libre y vitamina D para nuestro cerebro: En verano, la subida de las temperaturas y el buen clima incitan a pasar más tiempo al aire libre, lo que nos ayuda a relajarnos y desconectar, además, la exposición al sol genera vitamina D en nuestro organismo, una vitamina muy beneficiosa para el correcto funcionamiento del cerebro.
- Un uso más reducido de las tecnologías: En el mundo actual, la utilización de las tecnologías se ha convertido en un elemento básico en la vida cotidiana, ya que se hace uso de ellas tanto para el trabajo como para el ocio, realizando en muchas ocasiones varias tareas a la vez. Este uso prolongado agota nuestro cerebro e incluso nos puede llegar a provocar la temida ansiedad. Durante el periodo estival, con las jornadas de trabajo más reducidas y con el aumento del ocio al aire libre, suele mermar el uso de las tecnologías, relajando nuestra actividad cerebral.
- Mayor creatividad: Gracias a esa relajación que provoca la menor actividad tecnológica y la mayor exposición al aire libre, el lóbulo frontal del cerebro en verano está más “relajado”, es decir, no está activo en exceso, lo que facilita el razonamiento, la formulación de ideas, el análisis… y el incremento de la capacidad creativa.
- Más tiempo dedicado a la lectura por placer: Es habitual que al disponer de más tiempo libre éste se emplee en realizar más actividades por placer, entre ellas la lectura. La lectura favorece que se creen conexiones nuevas entre neuronas, y cuánto más variada es la temática, más se ejercita el cerebro.
Ventajas del Verano
Estos beneficios cerebrales mencionados se traducen también en mejoras para nuestra salud física y mental. ¿De qué manera influye positivamente el verano en nuestra salud? A continuación se muestran algunas de las claves de que esto generalmente ocurra:
- Alimentación más sana: Con la subida de las temperaturas característica del verano también se tiende a realizar comidas menos copiosas y se consumen más alimentos frescos y bajos en calorías, especialmente frutas y verduras. Esto posibilita que nos sintamos más sanos e incluso que mejore nuestra percepción de la imagen corporal propia, lo que aumenta nuestra satisfacción.
- Mayor ingesta de agua: Unido al punto anterior, debido a las altas temperaturas también necesitamos aumentar el consumo de agua para hidratarnos, por lo que bebemos más cantidad, lo que es sumamente beneficioso para nuestro organismo. El consumo de agua, además, estimula la creación de neurotransmisores, como por ejemplo la serotonina, muy vinculada a la sensación de bienestar.
- Mayor realización de ejercicio: El buen clima que caracteriza al verano facilita también la posibilidad de hacer más ejercicio al aire libre o actividades como salir a caminar. Son muy conocidos los grandes beneficios que el ejercicio físico tiene para las personas a todos los niveles, destacamos aquí que el hecho de que el ejercicio genera la creación de nuevas conexiones entre neuronas e incrementa y oxigena la circulación sanguínea, propiciando que la sangre transmita más oxígeno y glucosa al cerebro, hecho que aumenta la sensación de placidez.
- Se aumenta la socialización: Dado que en verano disponemos de mayor tiempo libre para el ocio, aprovechamos para pasar más tiempo con familiares y amigos, así como para otras actividades que favorecen conocer gente nueva. Los seres humanos somos seres sociales, por lo que disfrutamos mucho de la compañía de los demás y estableciendo vínculos afectivos con otras personas. Además, estudios recientes han mostrado que la socialización reduce el riesgo de demencia y otras enfermedades mentales.
Ocio, descanso y responsabilidades en Verano
Aunque pueda parecer extraño, en ocasiones, cuando disponemos de más tiempo libre nos resulta más complejo gestionarlo, reorganizar los horarios para poder disfrutar tanto de un mayor descanso como de un aumento de las actividades de ocio, manteniendo una parte del tiempo para responsabilidades laborales o familiares.
Especialmente en el caso de los más jóvenes, que deben realizar tareas de estudio, la clave es establecer una rutina diaria para la organización del tiempo, marcando un horario concreto para realizar el estudio, y otro para el descanso y el ocio. Es importante, sin embargo, dejar el fin de semana o días concretos para dedicarse completamente al pleno disfrute del tiempo, sin acordarse del reloj, ya que será muy positivo para que todos desconecten y se relajen totalmente.
Es muy relevante también dedicar tiempo a la familia, realizar actividades de ocio en conjunto, charlar, jugar… ya que compartir el tiempo libre y el descanso juntos estrecha los vínculos familiares y deja bonitos recuerdos de por vida. Además, en el caso de los niños, estos no sólo disfrutarán de tener la atención completa de sus familiares y disfrutar de ellos, sino que también es una gran oportunidad para que adquieran numerosos conocimientos de manera creativa y lúdica, dando paseos por la naturaleza, realizando deportes, visitando distintos lugares, conociendo diferentes culturas…
Siguiendo esta misma línea, el tiempo libre del que disfrutamos en verano también nos puede servir a nosotros mismos para aprender algo nuevo para lo que no tenemos tiempo el resto del año o para realizar actividades placenteras que serían imposibles en otra época. Algunos ejemplos podrían ser aprender un nuevo idioma, hacer un curso de algo que nos suscite interés, visitar museos y exposiciones, practicar deportes acuáticos, viajar al otro lado del mundo…
En conclusión, el verano constituye para gran parte de la población una época asociada a la felicidad y el bienestar, ya que se asocia automáticamente con vacaciones, descanso, buen clima, viajes, tiempo libre y disfrute de la vida. Es esencial vivir el momento sin pensar en lo que nos espera una vez se acaben las vacaciones y ser capaces de desconectar de las rutinas y las obligaciones en la mayor medida posible, centrándonos simplemente en disfrutar y descansar, porque ello supone un enorme beneficio para nuestra salud física y mental.
“Las vacaciones son no tener nada que hacer y todo el día para hacerlo.” Robert Orben (EE.UU, 04/03/1927). Escritor de comedias y mago.
Marta Martínez, psicóloga en Aesthesis Psicólogos Madrid
Referencias:
Univisión (2 de abril de 2018). Nueve cosas por las que el verano es bueno para tu cerebro. Univision.com https://www.univision.com/explora/9-cosas-por-las-que-el-verano-es-bueno-para-tu-cerebro
Urquijo, J. (4 de julio de 2015). 5 beneficios que aporta el verano a tu salud. ABC Estilo. https://www.abc.es/estilo/belleza/20150704/abci-beneficios-verano-201507031809.html