Todos alguna vez podemos sentir o haber sentido celos en nuestra relación de pareja. Aunque estos sentimientos son algo normal, en ocasiones pueden desbordarnos y minar notablemente nuestro estado de ánimo y autoestima. ¿Cómo podemos aprender a sobrellevarlos mejor?
Los celos son una respuesta emocional inherente al ser humano que generan malestar e incomodidad en la persona que los padece de manera excesiva y sin ejercer control sobre ellos.
Este sentimiento se relaciona con la inseguridad y la falta de confianza de la persona por perder algo o a alguien que ya tenemos en nuestra vida.
Los celos correlacionan con nuestras capacidades cognitivas, en cómo procesamos la información y reaccionamos ante ella.
Suelen surgir cuando la persona siente que su pareja presta más atención a otra. Piensa que quiere demasiado y que los celos son una forma de demostrar su amor. Puede querer incluso que su pareja también sienta celos para creerse correspondido.
En general, los celos son infundados, están en la imaginación de quien los padece. Esto puede deberse a la baja autoestima de la persona, que se sienta inferior o se desvalorice frente a su pareja, por lo que cree que la están engañando.
Otra situación que puede derivar en celos por la pareja, es que la persona haya experimentado alguna pérdida o sensación de abandono, principalmente durante su infancia. También puede relacionarse con el estilo parental de los padres, si fueron muy rígidos y críticos con sus hijos. En este sentido, los celos serían una reacción ante el miedo a quedarse solo o sin apoyos.
Algunos estudios de neurociencia muestran diferencias entre sexos en este aspecto, incidiendo en que las mujeres son más celosas que los hombres. Quizás esto se relacione con los significados que tienen para cada género los conceptos de amor y sexo.
Al igual que por sexo se encuentran diferencias, también hay tipos de personalidad que hacen más predisponente a las personas a desarrollar una celotipia, como las narcisistas, las paranoides y las histriónicas, las cuales se relacionan con sentimientos de desconfianza hacia los demás.
El problema de los celos no reside en el hecho de sentirlos, sino en la forma en que los manejamos, siendo ésta muchas veces poco adecuada, todo lo cual conlleva un sufrimiento innecesario y que, en algunas ocasiones, puede llegar a deteriorar mucho la relación sentimental. De esta forma, un adecuado control de los mismos puede ayudar a solventar estos problemas y a contribuir a la creación de una relación más satisfactoria y basada en la confianza mutua.
Por tanto, no debemos evitar estos sentimientos, sino que la clave está en aprender a gestionarlos, empezando por la aceptación de los mismos, entendiendo que se trata de una respuesta natural que todos alguna vez sentimos. A partir de esta aceptación, se puede empezar a reflexionar sobre el por qué de estos celos, recapacitando sobre sus causas.
Algunas de las pautas para un afrontamiento eficaz de los celos son:
- Prestar atención y tomar conciencia de que se están sintiendo celos. Este primer paso es fundamental para un manejo adecuado de los mismos. En ocasiones, podemos no ser del todo conscientes de que estamos sintiendo celos e incluso autoengañarnos creyendo que no los estamos sintiendo por considerar que “no soy una persona celosa”. No obstante, como ya se ha dicho, los celos son sentimientos que surgen y no se pueden evitar, por lo que será importante aprender a detectarlos en uno/a mismo/a. Algunas señales de alarma que alertan de la posibilidad de estar sintiendo celos serían la necesidad de controlar continuamente a tu pareja y querer saber de ella en todo momento, sentimientos de “posesión” o deseos continuos de que esté contigo, deseos de coartar su libertad, malestar cuando dedica tiempo a otras personas o a la realización de otras actividades, etc.
- Fomentar el espacio personal mutuo. Es importante que cada miembro de la pareja tenga su propio espacio más allá de la relación. Esto es algo sano y ayuda a potenciar la confianza mutua y a entender que tu pareja, igual que tú, necesita tener sus propios momentos con otras personas o la realización de otras actividades. Debes aprender a confiar en tu pareja y a evitar un excesivo control o posesión sobre ella.
- Confiar en las propias cualidades y capacidades para gustar a tu pareja. Como se ha mencionado anteriormente, las personas propensas a experimentar celos con mayor frecuencia e intensidad suelen presentar una baja autoestima e inseguridad personal. Además, suelen ser personas con un excesivo miedo al rechazo y/o abandono. Aunque a veces esto pueda deberse a malas experiencias pasadas en otras relaciones, no debes relacionar estas situaciones con la valoración que tienes de ti mismo/a. Es importante interiorizar el mensaje de que tu pareja te quiere tal y como eres y evitar compararte con otras personas.
- Cuando los celos aparezcan, se debe evitar culpabilizar o amenazar al instante a tu pareja. Esta situación sólo conseguirá aumentar el malestar en la relación. Es preferible, cuando se detecten algunas de las señales de alarma anteriormente mencionadas, pararse a pensar en lo que se está sintiendo e intentar buscar otras interpretaciones a los pensamientos que estás teniendo, pues muchas veces los celos poseen un fuerte componente irracional que debes intentar detectar. Se deben evitar los pensamientos destructivos, intentando buscar hechos que contradigan tus peores temores, en un esfuerzo por diferenciar los hechos reales de los que puedan ser sospechas tuyas. No debes dejarte dominar por los sentimientos, ya que éstos pueden cegarte en tu búsqueda de otras posibilidades.
- Una vez que se ha reflexionado sobre estos sentimientos, si las dudas persisten, será importante comunicar a tu pareja cómo te estás sintiendo. Por un lado, esto ayudará a la creación de un clima de confianza a través del cual se comparten las dudas y el malestar y, por otro, servirá para que la otra persona tenga conocimiento de tus sentimientos y pueda ofrecerte su perspectiva de los mismos. Si no estás preparado/a para hablarlo directamente con tu pareja, puedes recurrir primero a una persona de confianza, la cual te puede ayudar a analizar mejor la situación y buscar otras alternativas que no habías pensado hasta el momento. Lo importante es poder expresar y no ocultar este malestar o sufrimiento, a fin de que no vaya a más.
¿Cuándo consultar a un profesional?
Si los celos interfieren gravemente en las relaciones de pareja de la persona y le generan un gran malestar, empeorando su calidad de vida, y la persona por sí misma no puede mejorar esta situación, sería recomendable asistir a terapia para trabajar estos aspectos.
Un terapeuta puede aportar la seguridad que necesita la persona, aumentar la confianza y autoestima.
Además, puede hacerse la consulta en pareja si los dos miembros quieren mejorar su relación. De esta forma la persona celosa percibe el apoyo de su compañero/a, lo que puede animarle a buscar el cambio.
En definitiva, el amor sano y verdadero se tiene que centrar en una visión realista de uno mismo y del otro, siendo capaces de reconocer aspectos positivos y negativos de ambos. La base está en la confianza, el respeto, la empatía y dar sin pedir nada a cambio, simplemente porque se quiere hacer así.
“El celoso ama más, pero el que no lo es ama mejor”. Molière (1622-1673) Comediografo francés.
Elena Flores Martínez
María D. Villegas Díaz
Referencias:
Beneyto, S. (19 de febrero de 2024). Celos en la relación de pareja. Psicoactiva blog https://www.psicoactiva.com/blog/celos-en-la-relacion-de-pareja/
Tnrelaciones.com (8 de enero de 2021). La pareja: Celos en la pareja. http://www.tnrelaciones.com/celos_pareja/
Univisión (4 de febrero de 2021). Qué son los celos y por qué los sentimos. http://www.vix.com/es/btg/curiosidades/3932/que-son-los-celos-y-por-que-los-sentimos