El terrorismo es una grave problemática que está muy presente en nuestra sociedad, acabando con la vida de muchas personas en todo el mundo. Ante esto, se plantea ¿qué consecuencias tiene un acontecimiento terrorista sobre las personas que lo padecen?, ¿qué variables influyen en el desarrollo de estas consecuencias?, ¿qué se puede hacer desde la Psicología?
En la actualidad, el terrorismo es una fatídica realidad latente en nuestra sociedad que atenta contra los derechos humanos más importantes. Es por ello que el 11 de marzo se celebra el Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo con el objetivo de homenajear y acompañar a las víctimas de atentados terroristas, así como para reivindicar y luchar contra este fenómeno.
El origen de esta celebración surgió a raíz del atentado terrorista ocurrido en Madrid el 11 de marzo del año 2004, en el que perdieron la vida 192 personas y más de 1.800 resultaron heridas. Tras la consternación vivida, días después la Unión Europea (UE) declaró el 11 de marzo como el Día Europeo en Recuerdo de las Víctimas del Terrorismo, y de sus familiares y amigos. Un año después, el 07 de julio de 2005, tendría lugar el atentado terrorista de Londres, en el que fallecieron 52 personas. En los últimos años, una diversidad de atentados terroristas han tenido lugar en distintos puntos de Europa: París, Niza, Berlín, Estocolmo, Barcelona…
Consecuencias psicológicas de un atentado terrorista
Los atentados terroristas constituyen situaciones potencialmente traumáticas que pueden provocar grandes consecuencias psicológicas y emocionales sobre las víctimas y sus allegados.
Tras la vivencia de un suceso traumático son habituales los síntomas de ansiedad, estrés, desesperanza, miedo, confusión… y un largo etcétera. Esta sintomatología es normal tras el padecimiento de un suceso de este calibre, el cuerpo reacciona y responde a lo que ha vivido, es decir, son «respuestas normales ante situaciones anormales». Pero cuando estos síntomas se mantienen en el tiempo, y no se recibe una atención psicológica adecuada, pueden surgir distintas problemáticas de índole psicológica, siendo la más frecuente el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)
El TEPT es un cuadro caracterizado por la presencia de reexperimentaciones del suceso traumático, hiperactivación fisiológica y evitación de distintos lugares relacionados con el trauma. Esta patología genera una gran interferencia en la vida de las personas, y es por ello necesaria una intervención profesional.
Factores de riesgo en el inicio y desarrollo del Trastorno de Estrés Postraumático tras un atentado terrorista
Tras un suceso traumático, no todas las víctimas reaccionan de la misma forma, y no todas las víctimas desarrollan TEPT, por ello conviene destacar algunas variables, tanto del propio individuo como del propio suceso, que predisponen que, ante dicho suceso, surja esta patología.
Dentro de las variables de la propia persona destacan, entre otras:
– Sexo femenino.
– Factores biológicos, entre los que cabe destacar la predisposición genética.
– Bajo nivel educativo.
– Bajo nivel socioeconómico.
– Factores relacionados con la propia personalidad del individuo.
– Patologías previas.
– Experimentar el suceso traumático a edades tempranas.
En cuanto a las variables del propio suceso que influyen en el desarrollo del TEPT destacan:
– Naturaleza e intensidad del acontecimiento traumático.
– Grado de exposición al trauma, es decir, si se ha vivido en primera persona.
– Haber experimentado varios sucesos traumáticos.
– Atentados con explosivos.
– Tipo de situación traumática, siendo los acontecimientos intencionados, como el 11-M, los que presentan mayor número de síntomas de esta problemática.
Debido a la elevada afectación que ocasionan estos sucesos, es de gran importancia la actuación inmediata tras el surgimiento de los mismos, ya que una intervención psicológica temprana puede prevenir el desarrollo de un cuadro psicológico de este tipo, evitando que se llegue a desarrollar el síndrome de estrés postraumático.
Aportación desde la Psicología
Enfrentarse a un atentado terrorista es un acontecimiento que marca la vida de una persona, pudiendo generar desde el primer momento una amplia variedad de síntomas traumáticos en la víctima y en sus allegados, de ahí la necesidad de una intervención inmediata. La Psicología puede actuar de diversa forma, en distintos momentos:
– Prestar primeros auxilios psicológicos in situ: el psicólogo se desplaza al lugar del atentado y dirige su actuación a objetivos prioritarios como tratar de que la víctima exprese sus sentimientos (alivio emocional), de disminuir los niveles de estrés en los primeros momentos, tratar de aliviar el sufrimiento, contribuir al restablecimiento físico, facilitar el contacto de la víctima con su red de apoyo social… en definitiva, tratar de que la víctima afronte mejor la situación.
– Proporcionar tratamiento psicológico: dirigido a las personas afectadas que refieren una sintomatología severa que se mantiene en el tiempo. Los objetivos principales de esta intervención van dirigidos a hacer frente al trauma, aliviar los síntomas más graves, facilitar la reintegración social en la comunidad, y restaurar el sentido básico de seguridad en el mundo y la confianza en las personas.
En los últimos años, además, está cobrando cada vez más importancia la Psicología Positiva, que se centra en los conceptos de resiliencia y crecimiento postraumático, y que tiene como objetivo ayudar a las personas a encontrar la forma de aprender del acontecimiento traumático y progresar y evolucionar a partir del mismo.
El terrorismo es un fenómeno atroz que afecta a una gran cantidad de personas en todo el mundo. Debido a las notables consecuencias que produce el trauma sobre el psiquismo de la persona, existen numerosas aportaciones y tratamientos psicológicos dirigidos a este colectivo, puesto que desde la Psicología se puede hacer mucho para ayudar a afrontar esta dura realidad que sigue persistiendo actualmente en nuestra sociedad.
No olvidemos nunca que el terrorismo es, en el fondo, en su naturaleza maligna, una guerra psicológica
Norm Coleman (17/08/1949, Nueva York), político estadounidense
Pilar Martínez, Psicóloga en Aesthesis Psicólogos Madrid
Referencias
Campos, M., Páez, D. and Velasco, C. (2004). Afrontamiento y regulación emocional de hechos traumáticos: un estudio longitudinal sobre el 11-M. Ansiedad y estrés, 10(2-3), pp.277-286.
Martín Ayala, J. and de Paúl Ochotorena, J. (2004). Trastorno por estrés postraumático en víctimas de situaciones traumáticas. Psicothema, 16(1), pp.45-49.
Moreno Pérez, N. (2016). Terapia cognitivo-conductual centrada en el trauma para las víctimas de atentados terroristas: un estudio de efectividad con trastornos mentales a muy largo plazo. Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid.
Vera,B., Carbelo, B., y Vecina, M.. (2006). La experiencia traumática desde la Psicología Positiva: resiliencia y crecimiento postraumático. Papeles del psicólogo, 27 (1), pp. 40-49.