A todas las personas en algún momento nos ha afectado la música, nos ha hecho sentir alegres, tristes, eufóricos, relajados, energéticos, nos ha hecho llorar, sonreír… ¿se puede aprovechar en beneficio de nuestro bienestar psicológico?
Música y Estado de Ánimo
La música es un elemento al que podemos acceder con gran facilidad y tiene numerosas ventajas para nosotros, puesto que sirve para mejorar la afectividad, el desarrollo, la expresión y el equilibrio emocional, la manifestación y resolución de problemas o inquietudes, la conducta, la motricidad, la percepción, la autoestima, la comunicación… Además, influye sobre otras funciones como el ritmo respiratorio, cardíaco y otros ritmos biológicos. También permite disminuir la ansiedad, favorece la conciliación del sueño, nos da energía para hacer las cosas…
Desde hace muchos años se conocen estos beneficios y, por ejemplo, en el caso de los bebés, se recomienda a los padres que les pongan música para dormir o desarrollar algunas capacidades. Igualmente, es beneficioso escuchar música durante el embarazo tanto para las madres como para el futuro bebé.
Por otro lado, tanto la música como sus diversos componentes (tono, melodía, ritmo…) influyen en nuestro estado de ánimo desde que somos muy pequeños, por ejemplo, las nanas que se cantan a los bebés les permiten calmarse, aliviar su disgusto o relajar sus tensiones.
Esta positiva influencia de la música en nuestro bienestar también se manifiesta cuando nos anima a hacer deporte o llevar a cabo otras actividades en los momentos en que estamos perezosos.
Así, a pesar de que los gustos musicales de cada persona son diferentes, y cada individuo siente ciertas emociones con una música determinada, existen patrones generales comunes a casi todas las personas. Así, los timbres agudos activan ciertas áreas de nuestro cerebro y, puesto que hay más neuronas en estas áreas que detectan los tonos agudos que los graves, estos timbres tienden a excitar y tonificar, haciéndonos sentir enérgicos, eufóricos… De esta forma, las notas de una escala mayor, que son más agudas, estimulan el movimiento, la alegría, la expresión de manera externa.
Por el contrario, las notas de menor escala se pueden relacionar con sentimientos de tristeza o con sentimientos muy profundos, lo cual no tiene por qué representar un “efecto negativo” de la música, sino todo lo contrario. Aunque parezca paradójico, cuando tenemos un estado de ánimo bajo, en ocasiones, escuchar música triste nos hace experimentar una sensación de bienestar y placer, al percibir que dicha música está en sintonía con nuestros sentimientos.
Musicoterapia
La musicoterapia, tal y como la describe la Federación Mundial de Musicoterapia, es una herramienta que utiliza la música y/o sus elementos (sonido, ritmo, melodía, armonía) con fines terapéuticos, ya sea para la prevención, rehabilitación o tratamiento de un paciente o grupo. Se trata de una terapia alternativa que facilita y promueve las relaciones, la comunicación, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización… y permite satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales y sociales. En definitiva, la finalidad de la musicoterapia es potenciar y restaurar funciones de las personas para lograr una mejor integración (tanto a nivel interno como externo) y mejorar su calidad de vida. No se trata, por tanto, de enseñar a tocar un instrumento, lo cual sería educación musical, sino de usar la música para producir cambios en la persona o en su vida cotidiana.
La música nos puede ayudar en diferentes facetas, por ejemplo, cuando tratamos de memorizar, de hecho, la musicoterapia es especialmente recomendable cuando se tienen problemas de aprendizaje. Es por ello que no es raro ver cómo los niños aprenden mediante canciones, ya sean las partes del cuerpo, el abecedario, los animales, las normas…
La música también se utiliza para trabajar con personas con diversidad funcional, permitiendo, por ejemplo, el acercamiento a niños con ciertas problemáticas que lo hacen más difícil como autismo, psicosis, etc.
Algunos médicos utilizan la música para relajar a sus pacientes antes de ciertos procedimientos, incluso con algunos pacientes, la música ayuda en el tratamiento de dolores crónicos y otras enfermedades como el cáncer. Asimismo, han sido un hallazgo relevante los grandes beneficios a nivel cerebral y emocional de la música siendo utilizada con pacientes con deterioro de funciones cerebrales como la atención o la memoria. Son numerosos los estudios empíricos que demuestran y recomiendan el uso de la música de forma terapéutica, por ejemplo, para tratar la depresión, la ansiedad y los trastornos del sueño, así como otras patologías.
En conclusión, la música no sólo es una herramienta de trabajo para los músicos y de disfrute para las personas, sino que cada vez se encuentran más hallazgos respecto a sus innumerables beneficios terapéuticos.
“La música es el acto social de comunicación entre la gente, un gesto de amistad, el más fuerte que hay.”
Malcolm Arnold (Reino Unido, 21/10/1921 – 23/09/2006). Compositor inglés.
Rosa I. Hidalgo, psicóloga en Aesthesis Psicólogos Madrid
Referencias:
Espada, B. (26 de octubre de 2018). El efecto de la música en nuestro estado de ánimo. depsicologia.com. https://depsicologia.com/efectos-de-la-musica-en-nuestros-estados-de-animo/
Edeca Formación (8 de junio de 2022 ¿Qué es la musicoterapia y cuáles son sus beneficios? https://edecaformacion.com/que-es-la-musicoterapia-y-cuales-son-sus-beneficios
HealthyChildren.org. (21 de noviembre de 2015). La música y el estado de ánimo. https://www.healthychildren.org/Spanish/healthy-living/emotional-wellness/Paginas/Music-and-Mood.aspx
Es.wikipedia.org. (2016). Musicoterapia https://es.wikipedia.org/wiki/Musicoterapia